Por Juan Tomás Valenzuela
Por la acción de unos agentes
que mancharon su destino,
quieren troncharle el camino
a hombres pulcros y decentes.
A estos cinco delincuentes
que llevaron la desgracia
a dos, que en Villa Altagracia
buscaban la paz de Dios,
deben, por ese hecho atroz,
juzgarlos con eficacia.
¿Pero que tienen que ver
con este crimen horrendo,
esos que están dirigiendo
las instancias del poder?
¿Es acaso el coronel
que manda en la uniformada?
¿Por las vainas de Cavada
hay que culpar a Pepín?
¿Que tiene que ver Crispín
con Leonel y sus andadas?
Cuando al coronel proscrito
la DNCD lo botó,
no fue Edward, ni fui yo
que les dimo el chancecito.
Fue el socio de Quirinito,
el que come tiburón,
el adlater de Rondón,
de Mónica y João Santana,
que hoy tiene presa a una hermana
por solo y por corrupción.
¿Porque culpar a Edward Sánchez
por lo que hizo el Coronel,
sabiendo que no fue él
quien propuso ese reenganche?
Estos corruptos del dianche,
con este hecho aconteciendo,
pretenden crearle ruido,
no tan solo a Abinader,
si no a todo, el que como él,
se siente comprometido.
Juan de los Palotes
2 abril 2021